miércoles, 14 de marzo de 2012

Análisis The Last Story - Wii



Hace ya unos cuantos días, el 24 de febrero, llegó a nuestras Wii el segundo de los cuatro juegos más esperados de Wii (tras Xenoblade Chronicles): The Last Story. Este nuevo título de género RPG supone el regreso de Hironobu Sakaguchi, alma mater de Final Fantasy, a las consolas de Nintendo y al rol de director. Echemos un vistazo a la nueva apuesta de Wii.

La isla Lázulis

The Last Story tiene lugar en la imaginaria isla Lázulis, una enorme isla gobernada por el conde Arganan en la que ocurrirá la mayor parte del juego. Seguiremos la historia de Zael y un grupo de mercenarios que llegan a la isla buscando trabajo. Huyen del Imperio, asolado por continuos conflictos, y llegan a parar a esta próspera isla, bien defendida, llena de magia y rica gracias al comercio. En esta isla se encuentra la ciudad Lázulis, y allí nuestro grupo de mercenarios consigue como cliente al conde Argonan. Con la esperanza de escalar en los estratos sociales y abandonar su vida mercenaria, nuestros amigos realizan su primer trabajo: colarse en una cueva llena de monstruos. Sin embargo, allí tendrá lugar un suceso y Zael ganará un extraño poder. A partir de ese momento todo cambiará para siempre.

El argumento de The Last Story es bastante interesante y, aunque no está falto de clichés, es lo suficientemente original y adulto como para mantenernos pegados al televisor. Los personajes son tremendamente carismáticos, y todos van evolucionando mucho, poco a poco. Podremos charlar con nuestros compañeros para conocerlos mejor, y las pequeñas escenas secundarias nos muestran información interesante de cada uno. Así pues, el argumento es una de las principales bazas de The Last Story, y está a la altura de lo esperado de un genio como Sakaguchi.

Tocando techo gráfico con la Wii

The Last Story es simplemente precioso. No sólo son bonitos los escenarios: los personajes también están bien detallados y sus expresiones faciales son muy buenas. En pocas palabras, The Last Story nos ofrece lo máximo a lo que puede llegar la Wii en materia gráfica, y sorprende en cada momento. La ciudad Lázulis es muy bonita, tiene muchos detalles y contrastan los colores cuando es de día o de noche. Además el diseño de enemigos es bueno y los escenarios son todos diferentes, no se repiten.



La música de Lázulis

En todo trabajo en el que participe Hironobu Sakaguchi, sí o sí, también le acompaña el maestro nobuo Uematsu, y The Last Story no iba a ser menos. Tras mostrarnos melodías muy bellas en el anterior RPG de Mistwalker (empresa fundada por Sakaguchi), Lost Odyssey, Uematsu vuelve para mostrarnos que pocos compositores le superan o siquiera igualan. El creador de las melodías de Final Fantasy I a X nos vuelve a mostrar un brillante trabajo lleno de emotividad, intriga, drama, melodías más modernas, etc. El único pero es que, si bien es bastante buena, la banda sonora de The Last Story no es comparable a anteriores trabajos de Uematsu.

Mención especial se merecen las voces de los personajes, en un perfecto inglés, y vaya si es perfecto. Nos encontramos posiblemente ante uno de los mejores doblajes ingleses de un juego japonés, y no es para menos, pues cada voz se adapta perfectamente a su personaje y pocas veces desentona.



Una isla por explorar y batallas que librar

The Last Story sigue las pautas de cualquier JRPG tradicional que se precie: jugabilidad dirigida por una rgumento lineal. Si bien la isla Lázuli es grande, los escenarios son lineales, pero no por ello tienen que ser malos. Quizá el mayor pero sea el hecho de que sólo tenemos una única ciudad explorable: la ciudad de Lázulis. Es cierto que la ciudad es bastante grande y que está en continuo movimiento, pero se echan en falta más variedad de ciudades. Aún así, podremos observar cambios según si es de día o de noche, podremos meternos por estrechos callejones, hablar con gente (no toda la que vemos en pantalla, ya que es mucha), visitar grandes plazas y mercados, participar en un Coliseo o entrar en el castillo de la ciudad. En la ciudad encontraremos pequeñas misiones secundarias de buscar tal o cual objeto, ayudar a alguien, recuperar nuestro dinero robado, etc. Las misiones secundarias son muchas y van apareciendo conforme avanza la historia. También encontraremos cofres y objetos zarandeados por el viento que podremos recuperar. Lo mejor de Lázulis es que está viva, siempre hay algo que hacer y, a pesar de recorrer una y otra vez las mismas calles, no te cansas de hacerlo.



Entrando en el sistema de combate, The Last Story es un RPG bastante innovador. Sakaguchi ha decidido abandonar el tradicional sistema de combates por turnos para apostar por un combate en tiempo real complejo pero de fácil aprendizaje y manejo. Al movernos por el escenarios veremos a los enemigos y podremos atacarlos. El ataque es automático (se realiza al acercarnos al enemigo) pero se puede cambiar esta opicón en el menú. Sin embargo, podemos realizar muchas acciones. Podemos cubrirnos en paredes u obstáculos del terreno y atacar a los enemigos por sorpresa, o también podemos apuntar con el arma secundaria y, como si se tratase de un shooter, disparar, eligiendo diversos tipos de flechas (que según el tipo son limitadas o ilimitadas). También podremos utilizar el estraño poder del magnetismo de Zael, mediante el cual reviviremos a nuestros compañeros, haremos más daño y podremos centrar la atención de los enemigos en Zael. Sólo manejamos a un personaje, pero los demás atacan automáticamente lanzando magias o utilizando ataques especiales. Es importante destacar que el escenario es interactivo, ya que podremos apuntar a una estalactita del techo y mandar a un mago que la destroce para que caiga sobre un enemigo. Además, el sistema de muertes es diferente. Cada personaje tiene una serie de vidas y sólo morirá cuando pierda todas las vidas (cada vida está representada por una barra de vida). El sistema de combate es dinámico y realmente funciona muy bien, auqnue se debería de haber hecho uso de las utilidades de la Wii.

Fuera de los comabtes, el sistema de desarrollo de os personajes es simple: al subir de nivel van ganando habilidades. Pero podemos cambiarle el equipamiento y las armas a placer, aunque cada personaje tendrá sólo un tipo de armas diferente. Es curiosa la opción de poder cambiar el color de las ropas de los personajes (que cambian en pantalla al equipa robjetos diferentes) siempre que queramos, pudiendo comprar colores diferentes. Además podemos mejorar las armas y armaduras usando materiales diferentes en las tiendas. Por lo demás todo es como en los JRP normales: hay cofres con objetos (aleatorios), tiendas, minijeugos, etc.



Conclusión

The Last Story se muestra como un RPG tradicional e innovador al mismo tiempo, con elementos muy interesantes como el sistema de combate y el espectacular apartado gráfico. Sin emabrgo, le podríamos achacar varias cosas, como que es corto para ser un RPG japonés (dura unas 25 horas), que la hisoria arranca de forma lenta y que se echan en falta más ciudades. Por lo demás, el juego es casi una obra maestra y está a la altura de lo esperado.

Lo mejor: un gran argumento, un original sistema de batalla, buena personalización, escenarios variados, una ciudad muy detallada, excelentes gráficos, buen doblaje, traducido al castellano

Lo peor: poca duración, es lineal, sólo hay una ciudad, a veces el control se puede hacer muy rígido, la banda sonora está un nivel por debajo de anteriores trabajos de Ueamtsu, podre desarrollo de personajes, lento arranque de historia

Nota: 8'5

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